jueves, 25 de diciembre de 2008

Capítulo 9. La Revancha de Helga.

Capítulo 9. La Revancha de Helga.

Rosalie POV

A la mañana del día siguiente, como a las seis, me fui a mi habitación a cambiar, esta vez puse un cambio de ropa en mi mochila por si Helga se ponía otra vez en su plan de vestirnos como “damas” me puse una falda negra, larga hasta la rodilla, unos zapatos negros con poco tacón y una blusa rosa, con poco escote, esta sí tenía poco escote.

Me estaba maquillando cuando Emmett entró al baño, al parecer él tampoco quería tener problemas con Helga, traía un pantalón, no precisamente hasta la cintura, pero tampoco a la cadera y se había fajado la playera.

- ¿Tú también te preparas? – le pregunté riendo.

- Sí, solo espero que no nos quiera peinar otra vez – Emmett se echó agua en el cabello y se lo acomodó con los dedos. -¿Quedó bien?

- Perfecto – le respondí mientras mi ponía de puntitas y lo besaba.

Bajamos a desayunar y pude ver que todos habían tomado precauciones a la hora de escoger su vestuario. Helga no estaba cuando nos asomamos al comedor, fuimos a ver su habitación y tampoco estaba.

Una sonrisa se dibujó en nuestros labios, seguramente se hartó de nosotros y se fue.

Salimos dispuestos a irnos a la escuela, Edward se metió en su Volvo y nosotros a mi M3, Edward tenía que salir primero para que pudiéramos pasar nosotros.

Sin embargo el coche de Edward no avanzaba.

- No están mis llaves – nos dijo. Yo revisé y tampoco estaban las mías.

- ¿Iban a algún lado chicos? – Helga apareció en la puerta del garaje con las llaves de los tres coches en su mano.

- ¡¡Maldita sea!! – dije pegándole al volante.

Nos bajamos de los coches y entramos dispuestos a tirar el desayuno, pero Helga nos dijo que habíamos desperdiciado mucha comida la noche anterior, y que nos íbamos a ir sin desayunar.

¡¡Perfecto!! Nos subimos a su coche y llegamos a la escuela, nos dio las bolsas de papel con nuestros almuerzos, cuando vimos que el auto se alejó, las tiramos al bote de la basura.

El día no estuvo tan mal en la escuela, todos estábamos felices por las que le habíamos hecho a Helga, en el almuerzo nos sentamos todos con Bella para contarle todo lo de la noche, ella estaba muerta de la risa y nosotros también.

- ¿Flores con abejas? ¿Cómo se les ocurrió? – nos preguntó.

- Fue idea de Jasper – respondí – lo de que Edward fuera sonámbulo, a Emmett

- Y lo de la cena a Rose – terminó Alice.

- Pero que malos son – Bella bromeó.

- Mira quien lo dice, la maestra de la torpeza – Emmett le dijo y todos, incluido Edward reímos ante el comentario.

Acabadas las clases fuimos juntos al estacionamiento, donde Helga ya nos esperaba. Edward tomó a Bella en brazos y la besó apasionadamente, pero al parecer a Helga no le importó, de hecho se veía sonriente.

Eso sin duda no presagiaba nada bueno, nos esperaba algo grande en la casa, MUY GRANDE, algo que no nos gustaría.

Helga POV

Después de dejar a los chicos en la escuela, regresé a la casa. Todo el piso de abajo estaba en orden, guardé las llaves de los autos en un lugar donde los chicos no las encontrarían.

Subí a las habitaciones, había muchas cosas que no me gustaban de los chicos y estaba segura de que algo me ocultaban. Entré en la habitación de las chicas primero, todo estaba muy bien arreglado y la habitación se veía muy sencilla, me sorprendió, más que nada por Rosalie.

Abrí su armario y me sorprendí, pues lo primero que vi fue ropa de hombre, rápidamente conocí el estilo, eso era de Jasper pero, ¿qué hacía la ropa de Jasper en la habitación de las chicas?

Luego fui a la habitación de los chicos, para ver por qué era que la ropa de Jasper estaba en la de las chicas. Jamás la había visto por dentro, pero la habitación estaba ¡¡Cubierta de espejos!! Vaya si los chicos eran vanidosos, eso lo hubiera esperado de la habitación de Rosalie. Abrí sus armarios y vi que había ropa de mujer ahí, al ver las cortas faldas y las blusas escotadas, supe que era de Rosalie.

Los señores Cullen me dijeron que solo llevaban dos años aquí y que ambientar la casa no había sido fácil. Seguro los chicos no habían podido acomodar su ropa, por eso los iba a ayudar.

Me dediqué a pasar la ropa de Jasper a la habitación de los chicos y la de Rosalie a la de las chicas. Me ocupó casi toda la mañana, pero por fin lo logré, acabé con todo, y eso que la ropa de Rosalie era bastante.

Entré a la de Edward y vi su colección de discos, de verdad me impresionó, pero estaban todos desordenados. Esto también iba a tomar tiempo, pero seguro Edward me lo agradecería. Me dediqué a ordenarlos todos, por orden alfabético.

Fui por los chicos a la escuela y los esperé afuera, antes de salir vi a Edward besando a Bella en público y no muy decentemente, ese chico no sabía como ser un caballero.

- ¿Cómo les fue chicos? – les pregunté mientras todos subían.

- Bien – me respondieron todos a coro.

- Me alegro, chicos hoy tengo pensadas hacer unas cuantas cosas con ustedes – les avisé.

- ¿Cómo qué? – preguntó Rosalie.

- Ya lo verán – les respondí.

Casi llegábamos a la casa, cuando el coche se paró. Jamás le había pasado, mi coche era una maravilla.

- ¿Qué pasó? – preguntó Jasper.

- Se paró el coche – Edward dijo sarcásticamente.

- Seguro el anticongelante ya se terminó – dijo Rosalie - ¿podrías abrir el cofre Helga?

Rosalie salió del coche y yo obedecí y la vi amarrarse el cabello antes de inclinarse sobre el coche, la vi mover unas cuantas cosas dentro y luego me pidió que lo encendiera, lo hizo al instante.

Rosalie sonrió satisfecha, se soltó el cabello y volvió a entrar al coche.

- ¿Cómo lo hiciste? – le pregunté sorprendida.

- Rosalie es mejor con los coches que nosotros mismos – dijo Edward.

- Esa no es una actividad para damas Rosalie, eso es trabajo para los hombres – le dije.

- Pero sin ella no hubiéramos podido llegar a la casa – defendió Emmett a su hermana.

Llegamos por fin a la casa, dejé el coche fuera y les dije a los chicos que quería hablar con ellos en la sala, los cinco entraron y se sentaron.

- Bueno chicos he pensado que aún nos quedan cinco días juntos y me gustaría enseñarles unas cuantas cosas – les dije, como ninguno dijo nada continué – me gustaría que supieran hacer cosas importantes dentro de la casa.

Observé sus rostros, ninguno parecía haberse movido desde que empecé a hablar.

- Este pues, vamos a empezar, hoy les voy a enseñar a cocer – todos me voltearon a ver con asombro – chicas cuando se casen, ustedes tendrán la obligación de cuidar que ellos luzcan presentables.

- ¡Uy Rose! Te tocó difícil – bromeó Jasper y Emmett le aventó un cojín a la cara.

- Y Ustedes chicos, pues nunca está demás saber – les dije.

Emmett POV

Helga fue a su habitación y regresó con una almohadilla repleta de agujas y alfileres y traía un costurero, ¡¡Esto era ridículo!! Nos dio a cada uno un aro de madera que tenía un pedazo de tela dentro, una aguja e hilo.

Nos estuvo explicando que hacer, no podía creer que estuviéramos haciendo esto. Así fue como empezamos a cocer, era lo más ridículo de este mundo.

- ¡¡Ay me piqué!! – Exclamó Rosalie – esto es una estupidez – añadió lo bastante alto para que solo nosotros lo pudiéramos oír.

- Cuidado Rose, imagina que te casas con un hombre que se la pasa tirándole los botones a las camisas – Alice dijo y todos reímos.

Después de una hora de tortura, Helga nos dejó subir en lo que ella preparaba la cena, ¡¡ush la cena!! Subí a mi habitación con Rose, me acosté en la cama y ella se acostó a mi lado.

- Creo que deberías cambiar la mecánica por la costura – bromee pero al ver la mirada que me dirigió la besé – pero, te ves más sexy reclinada sobre un coche, que estando sentada como abuelita cociendo.

- Gracias, Em – me dijo sarcástica yo me reí y la besé de nuevo – voy a cambiarme.

Entonces Rose abrió su armario y pegó un grito espantoso. Me puse junto a ella en ese mismo instante y vi que en lugar de sus lindos vestidos y su ropa tan sensual estaba la ropa de Jasper.

Poco después oímos dos gritos, Jasper y Edward. Salimos de la habitación.

- Debo suponer que mi ropa está en tu armario – le dijo Jasper a Rosalie, ella asintió.

- Maldita vieja metiche – Rosalie estaba enojada, que se metieran con su ropa era algo que no perdonaría.

- ¿Edward qué ocurre? – Alice le preguntó dulcemente a mi hermano.

- Ordenó todos mis discos por orden alfabético.

Meterse con los discos de Edward, era peor que meterse con la ropa de Rosalie, esta vez, nos gustara o no, Helga había ganado. Y el marcador: Helga 1 – Los Cullen 1.

Jeje ¿qué le harán los Cullen a Helga, aún no lo sé, pero como dicen, la venganza es dulce y se sirve mejor fría. Si alguno tiene una idea no duden que la tomaré en cuenta.

A todos los que han dejado reviews mil gracias!!

Pero no nos quedaríamos así, esta la iba a pagar caro, muy caro.

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