Capítulo 8. ¡¡Edward no está!!
Jasper POV
Después de que Bella se fuera, estábamos muertos de la risa, la chica se había lucido de manera excepcional. Todos sabíamos que era medio torpe, pero hoy, se había pasado de torpe.
Nos fuimos todos a la habitación de Edward, Alice y Rose se sentaron en el sillón y Emmett y yo en el suelo.
- Felicidades Edward, tienes una novia brillante – Emmett dijo.
- Sí, aparentar que era más torpe que siempre estuvo graciosísimo – Rosalie estuvo de acuerdo.
- Sí, estuvo espléndida – Edward admitió.
Seguimos comentando las babosadas de Bella por un rato, luego decidimos que nosotros también podríamos disfrutar haciéndola sufrir un poquito así que nos pusimos de acuerdo para la cena de esta noche.
Nos reímos ideando nuestro plan, a partir de hoy Helga deseará jamás haber aceptado ser nuestra niñera.
Antes de que nos mandara llamar para la cena, Rosalie fue a “disculparse con ella”. Todos estábamos en la escalera escuchando.
- ¿Helga puedo hablar contigo? – pidió Rosalie usando su tono más encantador.
- Adelante Rosalie, te escucho.
- Yo…quería ofrecerte una disculpa, me comporté horrible hoy en la tarde – Rosalie bajó la mirada como si estuviera arrepentida – yo sé que tú solo nos querías ayudar a vernos lo mejor posible, lo lamento.
- Está bien Rosalie, descuida ya todo está bien, espero que no vuelva a suceder
- No lo hará te lo prometo – Rosalie cruzó los dedos en su espalda y nos guiñó un ojo.
- Bueno, creo entonces que no hay motivo para que no nos acompañes a cenar.
A las siete en punto nos llamó para cenar, todos bajamos lo más serios posible. Esta vez nos sentamos en lugares diferentes, Alice se sentó con Emmett y Helga, mientras que Rosalie se sentó en medio de Edward y yo. Solo que Rose no se pudo llegar a sentar porque Edward le quitó la silla sin que ella “se diera cuenta”.
- ¡¡Maldito Jasper!! – se quejó mientras se levantaba.
- Rosalie ¿qué son esas palabras altisonantes? Es una falta de educación y esas palabras no deben de salir de la boca de una dama – Helga la regañó.
- Lo lamento pero es que Jasper me movió la silla – Rosalie me acusó.
- Yo no hice nada Rosalie, que tú no sepas como sentarte – me defendí.
- Chicos es suficiente – Helga nos detuvo – Alice ¿Dices la oración?
- Claro que sí – Alice aceptó felizmente – Demos gracias por poder comer lo que otros no pueden, porque no lo tienen, no porque no puedan comer porque…
- Te entendimos Alice no te preocupes – Helga la apaciguó antes de que siguiera con su discurso.
- Amén – dijimos todos.
Vimos como Helga empezó a comer, entonces nos volteamos a ver y Alice me guiñó el ojo. Entonces yo empecé a gritar y a agarrarme la pierna.
- ¡¡Ay!! ¡¡Ay!! Me duele – me quejé.
- ¿Jasper qué te pasa? – Helga me preguntó asustada
- ¡¡Tiene un calambre!! – Emmett se paró de su lugar y me empezó a jalar la pierna mientras yo seguía gritando de “dolor”.
Después de un rato dejé de quejarme, entonces Emmett se sentó en su lugar y “sin querer” le pegó con el codo a la cuchara del puré que cayó en la blusa de Rosalie.
- ¡¡Mi blusa favorita!! – gritó Rosalie poniéndose se pie, por supuesto no era su blusa favorita sino Emmett estaría corriendo para salvar su cuello – ¡¡Eres un idiota Emmett Cullen!!
- ¡¡Rosalie!! – Helga le gritó
Pero Rosalie la ignoró, tomó un pedazo de carne y se lo aventó a Emmett en la cabeza. Pero también manchó a Alice, de ahí se desató una guerra de comida que ni siquiera Helga pudo parar, de hecho le dimos varias veces.
Cuando ya no hubo nada más que arrojar, nos detuvimos, Helga aún manchada nos veía con sus ojos llenos de profundo disgusto.
- En este instante empiezan a limpiar todo – nos ordenó.
Edward, Rosalie y Emmett se quedaron limpiando la mesa mientras Alice y yo íbamos a la cocina a lavar los platos.
- ¿listo? – me preguntó Alice al oído.
- Siempre – le respondí sonriendo, entonces ella tiró un plato
- ¡¡Jasper quieres tener más cuidado!! – me gritó.
- ¡¡Yo no tuve la culpa para qué lo pones ahí!! – le grité yo también.
Entonces vino Helga para ver que sucedía, pero llegó en mal momento, pues tanto Alice como yo aventamos un plato hacia la pared y casi le dimos a ella. Ahora sí les daríamos a los demás tiempo para organizar su parte.
Rosalie POV
Cuando oímos como se rompía el plato, Helga dejó de vigilarnos y fue a ver qué sucedía en la cocina. Ahora era nuestro turno de desquitarnos. Emmett acababa de llenar una cubeta con agua y jabón para “limpiar el piso”.
- Lo lamento preciosa – se disculpó antes de hacer lo que tenía que hacer
- Hazlo ya – le ordené. Entonces sentí como me echaba la cubeta en la cabeza y me empapaba - ¡¡EMMETT CULLEN VAS A MORIR!!
- Lo lamento Rose fue un accidente – Emmett dijo con tono de preocupación.
- ¡¿Ahora qué?! – Helga salió de la cocina para verme empapada.
- Me tiró el agua encima a propósito – me quejé haciendo berrinche.
Helga iba a caminar hacia mí, lo que no sabía era que Edward había dejado caer un poco de puré encima del piso, por lo que se resbaló y se cayó. Alice y Jasper salieron de la cocina y Jasper se empezó a reír, entonces Alice le rompió un plato en la cabeza.
Antes de que pudiéramos seguir peleando Helga se paró y nos gritó que nos fuéramos a dormir inmediatamente. Los cinco obedecimos sin rechistar. La sonrisa en nuestras caras era radiante y el marcador: Helga 0 – Los Cullen 1.
Cada uno entró a su habitación, claro que Jasper y yo tuvimos que cambiar antes de que Helga subiera a revisar que ya nos hubiéramos dormido.
Helga POV
Después de limpiar la cocina y el comedor, me fui al baño para asearme. Vaya si esos niños se habían portado terriblemente hoy. Sin mencionar el gran desperdicio de comida que tuve que tirar.
Como hice la noche anterior, subí a ver que ya estuvieran dormidos. Entré a la habitación de las chicas y las vi profundamente dormidas. Después fui a la de Emmett y Jasper, los dos también ya estaban dormidos. Finalmente fui a la de Edward y me llevé un susto cuando no lo vi.
Lo fui a buscar por toda la casa pero no lo encontré, el pánico me inundó y empecé a gritar su nombre, los otros cuatro chicos se levantaron y me miraron somnolientos y algo preocupados.
- ¿Qué sucede? – preguntó Emmett bostezando.
- ¡¡Edward no está!!
- Ah…no te preocupes Helga, él es sonámbulo – Alice me dijo como si nada.
- Pero ayer no se movió.
- Le da a veces – Rosalie me explicó mientras se recargaba en Emmett visiblemente cansada y el chico la agarraba de la cintura, eso me sorprendió hace rato se querían matar.
Entonces Edward entró con flores en las manos. Venía en pijama y tenía los ojos cerrados.
- Son para ti Bella – me las tendió a mí.
- Edward, despierta – le pedí.
- Vamos Bella toma las flores, huelen rico, mira huélelas – Edward al parecer seguía dormido.
- Edward ya despierta – le dije.
- Anda Bella huélelas – me las acercó a la nariz.
Y de las flores salieron muchas abejas que se me acercaron y empezaron a picarme. Corrí por toda la casa intentando quitármelas. Los chicos solo me miraban muertos de la risa.
Cuando pude quitarme a todas las abejas que me rodeaban, aunque me habían picado bastante, Edward ya se había despertado y veía todo con confusión.
- Edward me alegra que hayas despertado – le dije.
- ¿Qué pasó? – preguntó.
- Le llevabas unas flores a Bella y estaban llenas de abejas, a Helga la picaron – Explicó Emmett aún abrazando a Rosalie.
- Lo lamento mucho Helga de verdad no era mi intención.
- Descuida Edward, no es tu culpa, ahora váyanse todos a la cama, ya es tarde.
Los cinco me desearon buenas noches y se subieron a dormir.
jueves, 25 de diciembre de 2008
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