Capítulo 11. Todo va bien
Alice POV
En cuanto los chicos se fueron, las tres nos fuimos directamente a la habitación de Helga, a ver que podríamos hacerle. La ropa ya estaba descartada, Rosalie ya lo había echo y se vería muy repetitivo. Entonces vi lo que íbamos a hacer.
- ¿Alice…
- Ya voy, Rose – le respondí antes de que dijera más y fui a mi habitación.
- ¿A dónde vas? – me preguntó Bella.
Entré a mi habitación y busqué entre los cajones, alguna vez había ido de compras a una tienda de bromas con Emmett y estaba segura que yo lo había guardado. Finalmente lo encontré y bajé de nuevo.
Rose y Bella estaban en el baño poniéndole colorante al shampoo de Helga, rosa chicle. Esa fue Bella, no lo sabría yo. Llené la cama de Helga con el contenido del frasquito y lo esparcí bien. Luego salieron las otras dos del baño.
- Listo – les informé.
- Chicas son geniales – nos dijo Bella entre risas.
- Tú también – le dijo Rosalie.
Después Rose y yo nos dedicamos a cambiar nuestra ropa nuevamente, bueno la suya y la de mi Jazz, seguro sería un detalle que le gustaría. Bella prefirió no ayudarnos simplemente nos veía mover las cosas de habitación a habitación.
No nos tardamos tanto como esperaba, en quince minutos ya todo estaba como siempre, nos fuimos a sentar a la sala y nos quedamos platicando de cosas sin ninguna importancia. Las tres estábamos ansiosas por que los chicos llegaran, nos moríamos de ganas de contarles lo que habíamos hecho.
Comencé a impacientarme, no podía ver nada y los chicos no llegaban, tras otros veinte minutos alcancé a oír el coche de Helga a lo lejos.
- Aquí vienen – le informé a Bella, seguro Rose también los había oído.
- Tengo un mal presentimiento – dijo Rosalie – no sé por qué, pero creo que los chicos no vienen de buenas.
Nos sumimos en silencio, no quería decir nada, pero yo me sentía igual que Rosalie. Cuando el coche se estacionó fuera y la puerta de la casa se abrió, supe que no estábamos equivocadas. Primero entró Edward, luego Emmett, Helga y finalmente mi Jazz, los chicos venían muy enojados y Helga venía sonriente.
“¿Edward qué ocurrió?” dirigí mis pensamientos a mi hermano, él solo soltó un bufido y los 4 se dirigieron a la cocina a dejar todas las compras.
Eso me sonó a un Los Cullen: 2 – Helga: 2
Emmett POV
Después de salir de la casa nos dirigimos al pequeño supermercado que había en Forks, esto iba a ser de lo más divertido, sí claro, ni yo mismo me podía hacer esa idea.
Aunque tal vez podríamos tirar las latas y las cosas de los estantes. Edward me golpeó en la cabeza, lo voltee a ver y me miraba amenazante.
“Ahora resulta ¿no? Ya te arrepentiste de lo que le hiciste tú y ya no nos dejas divertirnos a nosotros”. Pensé cruzando los brazos sobre el pecho.
Llegamos al supermercado y Jasper tomó uno de los carritos y comenzó a seguir a Helga por todo el establecimiento. Entonces Edward me tomó de los hombros.
- Emmett por favor compórtate, no olvides que aquí hay mucha gente y no podemos hacer nada que pueda delatarnos – me prohibió.
- De acuerdo, tú ganas, pero en la casa no voy a aguantar más tiempo – le advertí.
Empezamos por las verduras y las frutas, esa fue de las peores partes, pues Helga tomaba las cosas en sus manos mientras nos explicaba como saber si una fruta o una verdura ya estaba lista para comerse.
“¿Quieres que te enseñe como sé que un oso ya está listo para comerse, Helga?” Edward se rió ante mi comentario.
Después fuimos a la parte donde vendían los artículos para la limpieza de la casa. Helga pasó quince minutos comparando dos de ellos para que finalmente no escogiera ninguno de los dos. Luego llegamos a la parte de los embutidos, donde había un montón de gente y estuvimos ahí parados como media hora esperando a que nos atendieran.
Y Finalmente cuando solo faltaba una señora, ésta pidió hasta que se cansó, ¿qué vivía con un oso o qué?
- ¿Alguna fascinación por los osos Emmett? – me preguntó Edward burlón.
- Jasper no has dicho ni una sola palabra en todo el recorrido – dije para no contestarle a Edward como se merecía.
- ¿Qué puedo decir? LA verdad prefiero venir con Helga que con Alice, solo por favor no se lo digan – nos confesó.
- No te preocupes hermanito, no le diremos nada – le prometí fingiendo una postura solemne.
¡¡Por fin llegamos a las cajas!! Este viaje al supermercado se me había hecho de lo más pesado y ya quería irme a la casa. Pero lo que no me esperaba era la cola que había para que nos cobraran.
Esperaba que fuera rápido, y así fue, hicimos como diez minutos y cuando ya íbamos por fin a poner las cosas en la banda…la cajera nos dice que ya va a hacer corte de caja y ¡¡que tendríamos que pasar a otra!!
Fuimos a la que estaba junto, afortunadamente no nos dijeron que pasáramos a otra, pero lo malo, fue que la chica era nueva y se tardó años en cobrar todos los productos.
Cuando llevamos las bolsas al auto, los tres ya íbamos de malas, la ida al supermercado había sido una pérdida total de tiempo. Nos metimos al auto y pronto sentí como el auto se llenaba de desesperación.
- ¡¡Rayos Jasper!! Ya es suficiente con la desesperación mía para que tú…
- Emmett cierra la boca – Edward me ordenó.
- ¡¡Chicos ya basta!! – al parecer a Helga le había afectado más el don de Jasper.
- ¡¡Jasper!! – gritamos Edward y yo al mismo tiempo.
Poco a poco el ambiente se fue tranquilizando, aunque aún podíamos sentir el enfado de Jasper por haberle gritado, por una parte sí nos habíamos pasado, pero todos veníamos hartos y no era necesario que Jasper nos lo aumentara.
Llegamos a la casa y bajamos las cosas del auto, Helga venía visiblemente contenta porque durante todo el camino nos comentó que había gastado menos de lo que nuestros padres le habían dado para el mandado y eso seguramente haría que ellos se sintieran satisfechos con ella. Tanto como para volverla a contratar en caso de que quisieran salir nuevamente.
“Ni en cien años vuelvo a quedarme con una niñera como ella” ese fue mi último pensamiento antes de que entráramos a la casa.
0o0o0o0o0o0o0o0 Muy, muy lejos de ahí 0o0o0o0o0o0o0o0o0
Esme POV
Estos días con Carlisle han sido de lo más maravilloso, solo nosotros dos, sin tener que preocuparnos por oír las riñas entre los chicos. Definitivamente ya estando aquí me doy cuenta que de verdad necesitábamos vacaciones.
Pero no podía ocultar que me moría de ganas por saber como estaban mis niños, los extrañaba muchísimo (a ellos, no a sus peleas).
Las carcajadas de Emmett, la suave risa de Alice, el delicioso aroma de Rosalie, la tranquilidad de Jasper, la compañía de Edward, la presencia de Bella.
Pero Carlisle no me ha dejado llamarlos, tan siquiera para saber como están. Así que ahora que está fuera…voy a hacerles una llamada rápida.
- Mi amor ellos están bien – dijo Carlisle quitándome el teléfono de la mano y volteándome hacia él. – tienen casi cien años, seguro estarán bien, Helga los debe de estar cuidando muy bien
- Lo sé, es solo que los extraño – me defendí.
- Te entiendo cariño, pero ellos también necesitan su espacio y cierta libertad, no podemos estar tras ellos todo el tiempo – Carlisle me estaba acariciando el cabello y todo lo que iba a decir se me olvidó – además si algo anduviera mal ellos ya nos habrían hablado, seguro se la están pasando genial, démosles su tiempo – añadió y yo me tranquilicé.
- De acuerdo, pero ¿podemos hablarles pronto?
- El viernes – me prometió Carlisle.
Bueno era miércoles así que, ¿qué eran dos días? Seguro me encontraría con la misma respuesta, que todo en la casa iba bien y que mis temores por ellos y por la niñera eran mal fundados.
jueves, 25 de diciembre de 2008
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