natural

La miras arreglarse el cabello frente al espejo, y después pintarse los labios con un brillo. Se pone un provocativo vestido y unos zapatos de tacón alto.

No lo necesita, pero aun así se pone una ligera capa de maquillaje; rubor y rimel. Después, se sienta frente al espejo y saca una pintura de uñas rojo, y comienza a pintárselas.

Cuando termina, se para de la silla y se mira en diferentes ángulos frente al espejo.

Luego de casi dos horas, se acerca a ti coquetamente.

—¿Cómo me veo? —pregunta, tocándose el cabello y dando una pequeña vuelta.

—Hermosa —susurras, antes de besarle suavemente los labios.

Los dos sonríen.

II.

Fue una buena noche. Una muy buena noche.

Ahora, con Rosalie vestida con una simple camisa tuya y tú con tus boxers, reposan en la cama —como si lo necesitaran— y esperan al amanecer.

Ella esta sobre ti, con sus manitas delicadas y perfectas haciendo un camino por todo tu estomago. Por tu cuello, por tu pecho, por tu labios.

Su pelo esta completamente hecho una maraña. No tiene ni una sola pizca de maquillaje, ni de brillo, ni de rubor. Y no esta vistiendo ropa cara, ni elegante. Pero aun así, es la cosa más hermosa que has visto.

Por que te gusta más así. Natural.

Ella ya es hermosa, muy hermosa.

—¿Te gustaría ir por un oso pardo? —preguntas, haciéndola reír levemente. Levanta su cabeza hasta que queda a tu altura. Te besa los labios.

—Lo siento amor, pero no estoy arreglada para salir ni si quiera a cazar —te responde, con un suspiro.

—Rose, tu ya eres hermosa —susurras, haciéndola sonreír. E imaginas un rubor que nunca aparecerá (al menos no sin maquillaje)— no necesitas arreglarte, no necesitar si quiera cambiarte. Así tú ya eres preciosa. Lo más hermoso que mis ojos han visto.

Vuelve a reír y a besarte. Y cree que tal vez te estar burlando de ella, o solo lo dices para hacerla sentir mejor. Pero no, lo dices en serio.

Ella es lo mas bonito, lo mas hermoso, lo mas precioso has visto, que hayas conocido. Y lo es incluso más, al natural.