jueves, 25 de diciembre de 2008

Capítulo 18. ¡¡Yo Renuncio!!

Capítulo 18. ¡¡Yo Renuncio!!

Helga POV

Cuando los chicos terminaron sus labores creí que ya era tiempo para la cena, por lo que los llamé a sentarse.

- Bien chicos ¿quién va a dirigir la oración de hoy? – los cinco alzaron la mano – Veamos…tú Emmett

- Genial, les gané – Emmett se burló de sus hermanos

- Lo que pasa es que le gustas a Helga – dijo Edward y yo traté de no sonrojarme

- Tanto que te besó Emmett – dijo Rosalie burlona

- Prosigue Emmett – le dije seriamente

- No así yo no quiero nada.

Emmett cruzó los brazos indignado y sus hermanos rieron. Estos niños eran verdaderamente un desastre, sus padres los tenían muy mal educados, pero que se podía decir de una pareja inexperta y que adopta 5 adolescentes.

- ¿Alice podrías decir tú la oración? – le pedí

- Claro que sí Helga, demos gracias a Dios por esta comida que nosotros preparamos para que podamos comerla y estar sanos y fuertes para poder desarrollarnos bien física y mentalmente y así ser mejores personas para…

- Entendimos tu idea Alice – la paré de su perorata.

- Amén – dijeron todos intentando no reír.

- Bueno, pues comencemos – dije y todos nos servimos de la pasta que Alice hizo.

La probé y tuve que hacer grandes esfuerzos por no escupir la comida, al parecer los cinco estaban atentos a mis reacciones ¡¿Dios qué le habrían hecho a la comida?!

- ¿Alice que le pusiste a la pasta? – le preguntó Jasper – porque te quedó deliciosa

- Es mi receta secreta – respondió Alice.

¿¡Deliciosa?! Cuando voltee, los cinco ya habían terminado su plato de pasta. No tuve más remedio que decir que no quería pasta y entonces me serví del guisado que prepararon Edward y Jasper.

Esto estaba muchísimo peor que la pasta de Alice. Pero al parecer ninguno notaba que sabía horrible.

- ¿Quién diría que Edward y Jasper iban a cocinar delicioso?- preguntó Rosalie

- Sí, son perfectos en las actividades “Cullen…arias” – dijo Emmett y todos rieron.

Me tomó unos cuantos segundos comprender por qué Cullenarias, después me di cuenta de lo decían en vez de culinarias.

Me serví un poco de puré, esperando que con eso disminuyera el mal sabor del hígado, no quería ofender a los chicos diciéndoles que no sabían cocinar.

En el momento en que me metí el bocado a la boca me dio muchísima comezón en la lengua, tragué con dificultad el bocado y tomé un trago de leche, pero ni eso me quitó la picazón en la lengua. Disimuladamente me metí el tenedor sin nada a la boca y con él comencé a rascarme la lengua.

- ¿Te ocurre algo, Helga? – preguntó Jasper

- No Jasper, estoy bien – dije sacándome en tenedor de la boca.

Voltee a ver a los chicos y los cinco luchaban con las ganas de reírse. Tomé el plato de ensalada y vi que la lechuga, el jitomate y el pepino estaban cortados en pedacitos chiquitititos.

- Rose te esmeraste cortando las verduras ¿verdad? – Se burló Jasper

- ¿en quién habrás estado pensando Rose? – preguntó Emmett mientras veía sorprendido, los pequeños pedazos.

- En ti – Rosalie respondió y todos rieron.

Bueno, a pesar de que la ensalada estaba cortada en pedacitos, era lo único comestible. Terminé mi ensalada y entonces Emmett y Edward estallaron a carcajadas. Volví mi mirada hacia el cuarto de lavado y vi que la espuma salía sin control.

Entendía que una vez sucediera eso pero dos era una verdadera grosería. Entré y vi que una de las lavadoras funcionaba bien y de la otra salía la espuma sin control. La apagué y saqué la ropa, era la mía y además la habían metido toda junta por la que la blanca se tiñó de muchos colores.

- ¡¡Esto es el colmo!! – grité mientras salía del cuarto.

Pero había tanto jabón en el piso que me resbalé y caí sobre la mesa, llenándome toda de pasta, puré e hígado, solo entonces pude percibir el horroroso olor que desprendían todos los alimentos.

- No puedo más…¡¡RENUNCIO!! – grité con lágrimas en los ojos.

Los chicos estaban demasiado ocupados burlándose de mí como para si quiera oírme. Me dirigí de nuevo al cuarto de lavado, saqué mi ropa mojada de la lavadora y la metí en una bolsa negra de esas que se usan para la basura y salí de ahí.

Las manos me picaban, pero no era el momento para rascarme, entré a mi habitación saqué mi ropa del armario, mis cosas del baño y guardé todo en las maletas que traía.

Escuché que la puerta de la entrada se abría, pero ya no me importaban más los niños esos

- ¡¡Dios Santo!! ¿Qué sucedió aquí? – los señores Cullen al parecer estaban de regreso. Perfecto, me podía ir sin ningún problema.

Salí de la habitación con todas mis cosas y llena todavía de la comida.

Esme POV

Al llegar a la casa vimos que las luces de la planta de abajo estaban prendidas, entramos a la casa y vimos que los chicos estaban sentados en la mesa del comedor mirándonos sorprendidos.

Entonces volví la vista hacia la izquierda y vi la cantidad de espuma que salía por ahí.

- ¡¡Dios Santo!! ¿Qué sucedió aquí? – En ese momento Helga salió de su habitación llena de comida y con sus cosas en las manos. Intenté no reírme de su aspecto.

Entonces me fijé en la mesa, al parecer Helga se había resbalado con la espuma y había caído sobre la mesa. Los chicos seguían sin moverse, completamente sorprendidos por nuestra llegada.

- Señora Helga…

- ¡¡RENUNCIO!! Sus hijos son lo peor que ha pisado esta tierra – Helga quería llorar

“Lo Prometiste Edward” pensé y mi hijo bajó la cabeza avergonzado.

- ¿Podría explicarme que sucedió? – pidió Carlisle amablemente.

- Ellos son unos incestuosos pandilleros, irrespetuosos y sin valores, ética o moral – Helga tomó sus cosas, salió de la casa, entró a su coche y se fue.

Los chicos nos miraron y luego los siete rompimos a carcajadas. Segundos después Carlisle y yo nos encontrábamos en brazos de los cinco

- Que Bueno que regresaron

- Los extrañamos

- Helga era nefasta

- Me dijo “mujerzuela”

- Nos obligaba a ir con ella a la escuela

Poco después llegó Bella, se sorprendió mucho al vernos ahí, a mí me dio mucho gusto verla.

La casa seguía echa un desastre, así que todos nos pusimos a levantar. Mientras yo extendía la ropa oí como algo se caía al piso e inmediatamente las risas de todos.

- Bella, Helga ya se fue no hay necesidad de que sigas haciéndote la torpe – dijo Emmett entre risas

- Idiota, me resbalé – respondió Bella enojada y todos reímos

Entonces me quedé pensando qué habría echo Bella mientras la niñera estaba aquí. Al poco rato volví a oír un resbalón y luego como se rompía un plato.

- ¡¡Emmett eres un idiota!! – oí gritar a Bella nuevamente – puso el trapeador ahí para que me cayera.

Esa noche nos contaron todo lo que sucedió esos cinco días que estuvimos fuera. Mis pobres niños se las vieron negras con Helga y ella con ellos igual.

Hubo partes en las que ni Carlisle ni yo podíamos parar de reír, la ida al supermercado, el día que se enfermaron del estómago y…

- y ahora que recuerdo ¡¡Emmett Cullen vas a morir!! – Emmett corrió fuera de la casa con Edward pisándole los talones.

- ¿Qué sucedió? – le pregunté a Alice.

- Emmett le puso una película porno y Helga lo regañó y le prohibió a Bella la entrada a la casa- Alice me explicó.

Luego nos contaron las cosas que hizo Bella, ella se sonrojó bastante durante esos momentos, el día en que Rosalie y Edward se besaron y cuando La niñera besó a Emmett, en esa parte no pudimos dejar de reír.

Cuando Edward y Emmett regresaron a la sala nos contaron lo de la cena de ese día y no pude evitar sentir pena por la pobre de Helga.

- Por favor no nos vuelvan a dejar con una niñera – nos rogó Rosalie.

- Por lo que veo dentro de cien años podrán quedarse solos – dijo Carlisle y todos reímos

- Sí, no queremos que otra niñera vuelva a pasar por esto.

Después de que los chicos nos contaran todas sus travesuras, Carlisle y yo nos fuimos a nuestra habitación y nos acostamos en nuestra cama abrazados, no pasó mucho para que Emmett, Rosalie, Jasper y Alice se fueran a acostar con nosotros durante unas horas (Edward había ido a dejar a Bella a su casa y era obvio que se quedaría con ella).

Rato después, cuando los chicos se fueron a sus respectivas habitaciones, me sentí muy…muy…seductora. Al parecer Carlisle también y yo me puse sobre él mientras besaba su cuello. Obviamente luego oímos los apasionados gritos de Rosalie y los jadeos de Alice.

- ¡¡Pero que hijos más incestuosos tenemos!! – gritó Carlisle

- ¡¡Pero que padres más calientes tenemos!! – respondió a su vez Jasper y todos reímos.

Estábamos otra vez inundados de amor y…lujuria cuando el teléfono sonó y Alice rió.

- ¿Bueno? – contesté a medio jadeo

- ¡¡Ugh!!Podrían ser menos escandalosos con sus pensamientos? – Edward me contestó molesto

- ¡¡Mejor que él se ponga las pilas con Bella!! – gritó Emmett

- Algún día en verdad lo mataré – dijo Edward y luego colgó.

No es necesario decir que Edward no apareció en casa hasta que amaneció.

El sábado los chicos quisieron que fuéramos los siete de caza. Una vez en el monte Rainier, Carlisle iba a lanzarse sobre su presa y Emmett lo detuvo.

- Aún no has dado las gracias – le susurró y todos reímos en voz baja

- Creo que voy a mandarte otra vez con Helga – Carlisle le dijo

- Por eso digo que caces como quieras

Los siete volvimos a reír y cada uno se dispuso a cazar. Yo aún me preocupaba por la pobre de Helga, pero me alegraba estar de nuevo con mis niños y al parecer ellos se mostraban renuentes a dejarnos solos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta muy buena pero porfavor continuenla